Maleja no tiene dudas. La mejor rumba del Valle se vive en el Petronio Álvarez, un festival que en 2026 cumple 30 años rescatando las raíces afrocolombianas y proyectándolas a un público cada vez más internacional. “Es el corazón de la música del Pacífico. Ahí se siente la fuerza, la alegría y el sabor de nuestra cultura”, afirmó.
Ir al río Pance es un plan obligatorio para cualquier caleño que se precie de serlo. “No hay nada como refrescarse allá”, dijo Maleja, quien lo recomienda como su destino de naturaleza en los alrededores de la ciudad. Cada fin de semana, sus riberas se llenan de familias que se reúnen a preparar sancocho mientras disfrutan del aire limpio y se alivian del calor en sus aguas frías, rápidas y cristalinas. Según Maleja, el plan se puede complementar con una visita a Pico de Loro, en Los Farallones de Cali. “Es una caminata increíble, con vistas que te dejan sin palabras”.
“Me iría a algún hotel bien lindo en San Antonio, en Cali”, aseguró Maleja. Este barrio es uno de los más antiguos de la capital del Valle y su encanto radica en su capilla de casi 300 años, el mirador, que es un plan imperdible, y sus calles que mezclan de forma armoniosa la tradición con la modernidad. Epicentro gastronómico y cultural del centro de la ciudad, también es para la artista un sitio perfecto para una escapada romántica. “Cenar por ahí, caminar entre esas calles con historia, y después… ir por el postre” (risas).
Es reconocido por el Festival Mono Núñez, uno de los eventos de música tradicional más importantes del país. Este municipio también es famoso por su gastronomía, que incluye el tradicional dulce de leche y, para Maleja Restrepo, el mejor sancocho del país. “Siempre regreso por un buen sancocho. No hay plan más simple, ni más perfecto. Ese sabor casero, con leña y amigos, es el tipo de experiencia que me conecta con mis raíces”, dijo la artista.
Buga es la capital religiosa del departamento. La Basílica, con la imagen del Señor de los Milagros que recogió una mujer indígena en los alrededores del río Guadalajara, es visitada cada Semana Santa por cientos de miles de personas que buscan alimentar su conexión con lo sagrado. Este lugar, al que se suma toda una oferta gastronómica y cultural que se ha construido alrededor, hace de Buga el pueblo preferido de Maleja Restrepo. “Por la basílica se gana esa medalla. Tiene algo espiritual, pero también mucha vida alrededor, con comida, música y gente cálida”, afirmó.